1.3.- TRAMITE DE DIVORCIO CONTENCIOSO

El divorcio contencioso o divorcio contradictorio es el divorcio “litigioso”, iniciado por uno de los cónyuges, que se considera inocente, solicitando se declare único culpable de la separación al otro. Es un juicio que tramita por el procedimiento ordinario, que es el más amplio en cuanto a pruebas y por ende largo en cuanto a duración del trámite. La demanda comienza con relato de “los hechos” en que se funda (es decir, “ventilando todos y cada uno de los trapitos al sol” y muchas veces exagerados por el apasionamiento con que lo cuenta el cliente o porque el abogado considera que “es poco” para conseguir una sentencia favorable).

Esos hechos hay que probarlos. La prueba más frecuentemente ofrecida es la testimonial, muchas veces difícil de obtener ya que quienes conocen esos “hechos” suelen ser amigos en común del matrimonio y no siempre quieren declarar. También conocen la intimidad de la pareja los familiares cercanos y si bien la jurisprdencia los acepta como testigos en estos casos, están comprendidos en las generales de la ley y su declaración es tomada con pinzas. Otra prueba que se suele ofrecer es algún expediente que se haya iniciado antes, por ejemplo una causa penal por lesiones o un juicio civil por violencia familiar. Fotos “comprometedoras”, grabaciones (ahora que está en auge la tecnología), pericias psicológicas, informes ambientales (esto más que nada para decidir la tenencia de los hijos).

El divorcio contencioso lleva aparejado generalmente la tramitación paralela o sucesiva, otros juicios: Medidas cautelares, Fijación de Alimentos, Ejecución de alimentos, Tenencia de hijos, Fijación de régimen de visitas, Liquidación de la sociedad conyugal. Múltiples juicios tramitan a la vez o sucesivamente, terminando de deteriorar el vínculo de los litigantes, que recordemos, fueron alguna vez “marido y mujer” y seguirán siendo responsables de la crianza de los hijos que tienen en común, debiendo lograr “un mínimo de acuerdos y de comunicación”.